domingo, 27 de septiembre de 2009

CARTA DE UN HIJO A SUS PADRES



No me grites. Te respeto menos cuando lo haces. Y me enseñas a gritar a mi también y yo no quiero hacerlo

Trátame con amabilidad y cordialidad igual que a tus amigos. Que seamos familia no significa que no podamos ser amigos.

Si hago algo malo, no me preguntes por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.

No digas mentiras delante de mí ni me pidas que las digas por ti, (aunque sea para sacarte de un apuro) haces que pierda la fe en lo que dices y me sienta mal.

Cuando te equivoques en algo, admítelo. Mejorará mi opinión de ti y me enseñarás a admitir también mis herrores.

No me compares con nadie, especialmente con mis hermanos. Si me haces parecer mejor que los demás, alguien va a sufrir ( y si me haces parecer peor, seré yo quien sufra).

Déjame valerme por mi mismo. Si tu lo haces todo por mi, yo no podré aprender.

No me des siempre órdenes. Si en vez de ordenarme hacer algo, me lo pidieras, lo haría más rápido y más a gusto.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer. Decide y mantén esa posición. Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio, dámelo, pero también si es un castigo.


Trata de comprenderme y ayudarme. Cuando te cuente un problema no me digas: "eso no tiene importancia.." porque para mí si la tiene.

No me digas que haga algo que tu no haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tu hagas aunque no me lo digas. Pero nunca haré lo que tu digas y no hagas.

No me des todo lo que te pido. A veces,solo pido para ver cuanto puedo recibir.

Quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir aunque tú no creas necesario decírmelo.

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