miércoles, 11 de noviembre de 2009

SABER DECIR "NO"


No es normal que chicos de 13 años compartan pandilla con otros de 20; los padres deben preguntarse con quién, dónde y a qué horas están fuera de casa sus hijos"
En el caso de las agresiones sexuales entre menores funcionan mecanismos similares a los de acoso escolar: "Son muestras de violencia, control y dominio sobre otro individuo más frágil. A veces, la víctima es una niña; en otras, es la agresora. Siempre se trata de relaciones de poder en las que el principal factor de riesgo es la vulnerabilidad".
Sería sano acostumbrar a los padres a decir que no. "No a que vean ciertos programas televisivos, a que acudan a determinados sitios, antes de que llevemos las cosas a un punto de no retorno".


"Actuamos cuando el niño es un peligro, no cuando está en peligro"


El director general del Instituto de la Juventud (Injuve), Gabriel Alconchel, apunta: "Las nociones de autoridad están más relajadas, lo que ha generado numerosas disfunciones. Pero eso no implica que esta sociedad sea peor ni mejor que las anteriores. Mientras los niños y adolescentes adelantan artificialmente comportamientos propios de adultos, los jóvenes alargan cada vez más la transición a las decisiones de la vida adulta".
Es toda la sociedad la que está en una dinámica en la que se resaltan valores dudosos: los contratos millonarios a los futbolistas o el goteo constante en los platós de televisión de seudo famosos que con dar cuatro gritos ya se ganan un sueldo. 
Todo ello genera disfunciones a muchos niveles, no sólo en los niños.


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