viernes, 8 de mayo de 2009

EDUCACIÓN Y VALORES IV



Tercer ámbito, en cuanto (sobre todo) a la familia y otros cuidadores:

Aquí entra de nuevo en acción la asertividad en nuestra comunicación con estos "cuidadores ocasionales". Dejar claro que nos encanta que nos ayuden, pero que no queremos que hagan ciertas cosas porque pueden estropear lo que nosotros hacemos por otra parte, es fundamental.

  • Primero, concienciarte de que "nunca es tarde". Tal vez debería de haberme tomado esto más en serio hace mucho tiempo, pero mejor empezar ahora que nunca.

  • Puedes tratar de tener presentes los puntos del decálogo antes citado, relativo al papel de los padres.

  • Puedes leer algún buen libro sobre el papel de los padres para una educación más holística y global.

  • Puedes apuntarte a una Escuela de Padres. Estas son una excelente iniciativa surgida en España hace ya muchos años, con objeto de proporcionar a los progenitores un recurso con el que compartir  experiencias y conocimientos relativos a la educación de sus hijos. Si en tu localidad no hay ninguna, existe la opción de hacerlo "a distancia".

  • Puedes cuestionarte acerca de tu propia escala de valores real. Tus hijos los entenderán mejor si coincide lo que dices con lo que realmente haces.

  • Puedes interesarte abiertamente por lo que viven tus hijos. Sin necesidad de ser pesado, ni de parecer un super-controlador, ni de ser un "coleguita", es posible encontrar un punto en el que poder comunicarse. Suele ser más fácil si ven una actitud sincera y honesta. A veces eso cuesta un tiempo, sobre todo si ha habido dificultades previas en la comunicación; pero no son baldíos los intentos a este respecto.

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