lunes, 1 de junio de 2009

MEJORA DE LA CONVIVENCIA



El término convivencia describe la realidad física de vivir en compañía de otro u otros o de cohabitar con ellos. Pero su significado incorpora también las propias consecuencias psicosociales de ese hecho.
 
Viviendo con los demás, maduramos, nos socializamos, incorporamos los productos culturales, colaboramos en las tareas colectivas y tenemos oportunidad de alcanzar nuestras metas más existenciales. Relacionándonos con los demás, contribuimos al grupo y nos afirmamos personalmente. Además, incorporamos las normas, las reglas de acción, las actitudes, los valores y los preceptos que van configurando los estándares de referencia para la regulación de las propias interacciones sociales y de nuestras propias acciones, y
vamos estableciendo nuestras propias metas y objetivos.
 
Lo que llamamos convivencia está estrechamente relacionado con el seguimiento de esas normas y el empeño que ponemos en el logro de los objetivos colectivos, los cuales habitualmente están indisolublemente unidos a los personales.

No obstante, en todos los grupos suelen aflorar situaciones en las que las relaciones entre algunos de sus miembros son conflictivas. 

El conflicto no es algo ajeno a la convivencia, sino una parte fundamental de ella. Aunque habitualmente prevalecen en nosotros las actitudes y los objetivos del grupo, en circunstancias o momentos particulares los intereses individuales pueden ser tan apremiantes que no se respetan las normas. Son situaciones en que nos distanciamos del propio grupo o de alguno de sus individuos y, para regresar y reubicarnos en el marco normativo y de valores del grupo, debemos hacer un esfuerzo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario